En los últimos años hay un concepto que ha irrumpido con fuerza en el ámbito empresarial y de los Recursos Humanos: la inteligencia emocional en el trabajo. Su incorporación dentro de las habilidades esenciales de cualquier profesional, especialmente los líderes, se debe a los beneficios que un alto EQ genera a nivel individual y corporativo, pero ¿cuáles son realmente estas ventajas?