La confianza que establece el gerente con su equipo es un ejemplo de liderazgo de calidad. Los buenos gerentes no necesitan decirle a la gente qué hacer ya que confían en el talento de quienes les rodean y saben que tomarán las decisiones correctas. > Parte de esa seguridad procede del acierto con que han sabido comunicar objetivos, valores y mejores prácticas a su equipo. Ese mensaje ha podido ser enviado por el líder de forma oral, escrita, por email, en redes o boletines o incluso a través...