Una persona empática, optimista, adaptable y que sabe escuchar seguramente no necesitará recurrir a juegos de inteligencia emocional (EQ) para desarrollar este tipo de capacidades, tan buscadas en el entorno de trabajo. Sin embargo, como todo lo relacionado con las propias habilidades, siempre es posible seguir mejorándolas y adquirir nuevas. > Precisamente con ese objetivo se plantean los juegos de inteligencia emocional en muchas organizaciones, que desean formar equipos más conscientes, má...